¡Buenos días y Feliz Año Nuevo!
Hoy vamos a hacer un pequeño tutorial que viene a complementar el de hace dos semanas que podéis encontrar aquí.
Esta vez, vamos a hacer un cojín para un banco que creé hace tiempo. Por desgracia, no documenté el proceso que seguí para crear la parte de madera del banco, todo un fallo, sobre todo porque va a ser la pieza central de un par de tutoriales, pero prometo que intentaré explicarlo lo mejor que pueda en siguientes tutoriales. En este, de todos modos, sólo vamos a dedicarnos al cojín, que a diferencia del anterior, este va a ser rectangular, mucho más largo que ancho, y va a contar con un detalle que el que hicimos el otro día carecía completamente. Así pues, ¿vamos a ello?
Materiales:
- Tela lisa o con diseño de pequeñas dimensiones (va a ser un cojín pequeñito, así que si la tela tiene dibujos, cuanto más pequeños, mejor).
- Relleno para cojines (puedes usar guata, fibras, espuma picada, algodón... cualquier cosa que los haga parecer blanditos).
- Aguja de costura.
- Hilo (preferentemente de un color que pegue con la tela elegida).
- Tijeras.
- Lápiz.
- Regla.
- Cuentas para bisutería de color que pegue con la tela .
Procedimientos:
1. Cogemos nuestra tela, y por la parte trasera medimos con la regla y marcamos con el lápiz las dimensiones del banco para el que queremos hacer este cojín/colchón, añadiéndole algunos milimetrillos para que no se nos vaya a quedar demasiado pequeño, ya que la costura va a comerse al menos 5 milímetros por cada lado. A mí me gusta doblar el tamaño del ancho para que por el lado largo, simplemente tener que doblar la tela y quitarme de coser uno de los lados (no siempre, pero en este caso, esta costura no va a necesitar mucho detalle en todo el alrededor de la tela, así que podemos hacer esto sin problemas.
2. Cosemos uno de los lados cortos y el lado largo que no hemos doblado, usando unas puntadas lo más pequeñas posibles, y a una distancia prudencial del borde de la tela, para evitar deshilachamientos, sobre todo si trabajamos con una tela de calidad baja.
3. Damos la vuelta a nuestro cojín como si fuera un calcetín del revés, y evitamos que quede ninguna doblez en las esquinas, queremos nuestro cojín bien estiradito.
4. Rellenamos el cojín con el relleno que hemos elegido, yo tengo relleno de peluches que compré en Tiger, pero vale casi cualquier cosa, así que sed creativos. Rellenamos bien relleno el cojín, no os preocupéis si la tela se abomba demasiado, eso lo solucionaremos luego. Una vez relleno, cerramos el último lado del cojín con la técnica que usamos en el anterior tutorial aquí.
5. Ahora que tenemos cerrado el cojín, llega el momento de solucionar el problema del abombamiento por culpa del relleno, ya que este tipo de cojines lo queremos plano pero mullido. ¿Y cómo conseguimos esto? Fácil, con unas puntadas en la parte media del cojín. Para esto usaremos nuestro hilo (del color que pegue con la tela elegida, en mi caso el rosa) y una cuenta de bisutería del color elegido (rosa de nuevo en mi caso), para adornar la puntada que vamos a hacer. Primero tenemos que tener claro cuántas puntadas y dónde queremos darlas, yo me he decidido por seis puntadas, a intervalos regulares, para mantener el relleno plano de forma regular, creando 6 depresiones en la tela decoradas con las cuentas.
La puntada es así:
- Cogemos nuestra aguja enhebrada y anudada en la punta, y la clavamos en el punto elegido, pero por la parte que quedará debajo en el cojín.
- Sacamos la aguja por la parte superior.
- Ensartamos una cuenta.
- Volvemos a meter la aguja lo más cerca posible del punto por el que salió posible. Esto hará que la cuenta quede fija en el punto deseado, y si apretamos un poco el hilo, vemos que la tela comprimirá el relleno, que es justo lo que queremos. Dejo a vuestra elección cuánto queréis comprimir la tela, pero para el mío usé una leve compresión para que quedaba mullidito pero plano.
- Repetimos el proceso una o dos veces para dejar bien fija la cuenta.
- Cuando terminamos, anudamos y cortamos el hilo.
Y ya tenemos nuestro primer punto. En mi caso faltan 5 más, de los 6 que quería hacer originalmente. Veremos que se nos queda un cojín parecido a los que se usan para los asientos de sillas y sillones antiguos, que es lo que estábamos buscando.
6. Montamos el cojín sobre el banco para asegurarnos de que va bien con éste. Podemos fijarlo a éste o no, todo depende de lo que queramos hacer. Si queremos fijarlo, podemos recurrir a varias opciones, algunas permanentes, otras temporales. Por ejemplo, si buscamos una solución temporal, podríamos recurrir a velcro, pegando una parte en la superficie de madera y otra al cojín. Para las permanentes, pegamento, podemos usar cola de contacto, que va bien con la madera y la tela, o pegamento caliente.
¡Y ya está! Ya hemos aprendido a hacer un cojín plano, podemos usar esto para varias cosas, como crear bancos y cojines para sillas, con un poco de maña también puede usarse para crear futones o edredones para camas. ¡La imaginación es el límite!
Y aquí vemos a Mirai bien contenta en su banco nuevo recién tapizado, monísima, ¿verdad? Ya veréis lo contenta que estará cuando terminemos el mueble para su cuarto del que este banco forma parte :3
Pero eso lo dejaremos para otro día, porque el miércoles que viene tenemos un unboxing muy dulce preparado.
Hoy vamos a hacer un pequeño tutorial que viene a complementar el de hace dos semanas que podéis encontrar aquí.
Esta vez, vamos a hacer un cojín para un banco que creé hace tiempo. Por desgracia, no documenté el proceso que seguí para crear la parte de madera del banco, todo un fallo, sobre todo porque va a ser la pieza central de un par de tutoriales, pero prometo que intentaré explicarlo lo mejor que pueda en siguientes tutoriales. En este, de todos modos, sólo vamos a dedicarnos al cojín, que a diferencia del anterior, este va a ser rectangular, mucho más largo que ancho, y va a contar con un detalle que el que hicimos el otro día carecía completamente. Así pues, ¿vamos a ello?
Materiales:
- Tela lisa o con diseño de pequeñas dimensiones (va a ser un cojín pequeñito, así que si la tela tiene dibujos, cuanto más pequeños, mejor).
- Relleno para cojines (puedes usar guata, fibras, espuma picada, algodón... cualquier cosa que los haga parecer blanditos).
- Aguja de costura.
- Hilo (preferentemente de un color que pegue con la tela elegida).
- Tijeras.
- Lápiz.
- Regla.
- Cuentas para bisutería de color que pegue con la tela .
Procedimientos:
1. Cogemos nuestra tela, y por la parte trasera medimos con la regla y marcamos con el lápiz las dimensiones del banco para el que queremos hacer este cojín/colchón, añadiéndole algunos milimetrillos para que no se nos vaya a quedar demasiado pequeño, ya que la costura va a comerse al menos 5 milímetros por cada lado. A mí me gusta doblar el tamaño del ancho para que por el lado largo, simplemente tener que doblar la tela y quitarme de coser uno de los lados (no siempre, pero en este caso, esta costura no va a necesitar mucho detalle en todo el alrededor de la tela, así que podemos hacer esto sin problemas.
2. Cosemos uno de los lados cortos y el lado largo que no hemos doblado, usando unas puntadas lo más pequeñas posibles, y a una distancia prudencial del borde de la tela, para evitar deshilachamientos, sobre todo si trabajamos con una tela de calidad baja.
3. Damos la vuelta a nuestro cojín como si fuera un calcetín del revés, y evitamos que quede ninguna doblez en las esquinas, queremos nuestro cojín bien estiradito.
4. Rellenamos el cojín con el relleno que hemos elegido, yo tengo relleno de peluches que compré en Tiger, pero vale casi cualquier cosa, así que sed creativos. Rellenamos bien relleno el cojín, no os preocupéis si la tela se abomba demasiado, eso lo solucionaremos luego. Una vez relleno, cerramos el último lado del cojín con la técnica que usamos en el anterior tutorial aquí.
5. Ahora que tenemos cerrado el cojín, llega el momento de solucionar el problema del abombamiento por culpa del relleno, ya que este tipo de cojines lo queremos plano pero mullido. ¿Y cómo conseguimos esto? Fácil, con unas puntadas en la parte media del cojín. Para esto usaremos nuestro hilo (del color que pegue con la tela elegida, en mi caso el rosa) y una cuenta de bisutería del color elegido (rosa de nuevo en mi caso), para adornar la puntada que vamos a hacer. Primero tenemos que tener claro cuántas puntadas y dónde queremos darlas, yo me he decidido por seis puntadas, a intervalos regulares, para mantener el relleno plano de forma regular, creando 6 depresiones en la tela decoradas con las cuentas.
La puntada es así:
- Cogemos nuestra aguja enhebrada y anudada en la punta, y la clavamos en el punto elegido, pero por la parte que quedará debajo en el cojín.
- Sacamos la aguja por la parte superior.
- Ensartamos una cuenta.
- Volvemos a meter la aguja lo más cerca posible del punto por el que salió posible. Esto hará que la cuenta quede fija en el punto deseado, y si apretamos un poco el hilo, vemos que la tela comprimirá el relleno, que es justo lo que queremos. Dejo a vuestra elección cuánto queréis comprimir la tela, pero para el mío usé una leve compresión para que quedaba mullidito pero plano.
- Repetimos el proceso una o dos veces para dejar bien fija la cuenta.
- Cuando terminamos, anudamos y cortamos el hilo.
Y ya tenemos nuestro primer punto. En mi caso faltan 5 más, de los 6 que quería hacer originalmente. Veremos que se nos queda un cojín parecido a los que se usan para los asientos de sillas y sillones antiguos, que es lo que estábamos buscando.
6. Montamos el cojín sobre el banco para asegurarnos de que va bien con éste. Podemos fijarlo a éste o no, todo depende de lo que queramos hacer. Si queremos fijarlo, podemos recurrir a varias opciones, algunas permanentes, otras temporales. Por ejemplo, si buscamos una solución temporal, podríamos recurrir a velcro, pegando una parte en la superficie de madera y otra al cojín. Para las permanentes, pegamento, podemos usar cola de contacto, que va bien con la madera y la tela, o pegamento caliente.
¡Y ya está! Ya hemos aprendido a hacer un cojín plano, podemos usar esto para varias cosas, como crear bancos y cojines para sillas, con un poco de maña también puede usarse para crear futones o edredones para camas. ¡La imaginación es el límite!
Y aquí vemos a Mirai bien contenta en su banco nuevo recién tapizado, monísima, ¿verdad? Ya veréis lo contenta que estará cuando terminemos el mueble para su cuarto del que este banco forma parte :3
Pero eso lo dejaremos para otro día, porque el miércoles que viene tenemos un unboxing muy dulce preparado.
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